El olivo y el musgo, presentes en la ceremonia, en el cóctel, en las mesas…fueron los hilos conductores de la boda de Cristina y Simón, una boda llena de detalles y sorpresas inolvidables.
El pasado sábado día 26 vivimos un momento muy especial, nuestra primera boda. No solo lo ha sido por ser la primera, también porque desde la ceremonia hasta el baile, todo se desarrolló en Finca Montesqueiro.
Cristina lució un espectacular vestido de Isabel Sanchís (Brancuchi) de corte clásico. Además, llevaba unos pendientes antiguos con gran significado para ella, ya que los heredó de su abuela. El ramo, elaborado por Ombú, estaba compuesto por astilbe blanco, rosa y amarillo, acompañado por olivo. Simón, llevaba un elegante traje de Kapala (In&formal), zapatos de Barrats y como toque informal, unos divertidos calcetines de rombos de Happy Shocks.
La Suite fue uno de los espacios de Finca Montesqueiro más disfrutado por los novios. La estrenó Cristina para prepararse para su gran momento. Contó con la compañía de sus estilistas que la peinaron y maquillaron en la propia suite, donde también se vistió estrenando el fabuloso vestidor que diseñamos con tanto cariño para nuestras novias. Después, ambos novios pasaron en ella su primera noche como recién casados y al día siguiente desayunaron con las vistas de la ría que ofrece el edificio desde esa altura, mientras rememoraban todo lo vivido el día anterior.
La boda estuvo llena de pequeños detalles que marcaban la diferencia, como el precioso tresillo Thonet en el que se sentaron los novios durante la ceremonia civil, cedido por Undo Redo, que quedaba perfectamente combinado con nuestras sillas Tiffany blancas en las que se sentaron los invitados y el entorno de vegetación que aporta el Jardín de los Arces . La bonita cesta de los anillos que hizo el abuelo de Simón. La música en directo que acompañó a los novios en los momentos más emotivos, como fueron la bajada de la novia del brazo de su padre en el que contó con un grupo gallego y la ceremonia civil amenizada por el grupo Flutello.
Al compás de la canción “I´M YOURS”,del cantautor estadounidense Jason Mraz, los novios iniciaron el banquete. Fue un momento totalmente atípico, para romper con la tradición de realizar el brindis al finalizar el banquete y darle más protagonismo, les propusimos servir el champagne a los invitados al inicio del mismo y así poder brindar todos juntos. Para la ocasión seleccionaron la exclusiva marca MOËT Chandon.
El banquete que se desarrolló en el Salón Dorado, contó con diferentes ambientes creados por la iluminación, que nos permite cambiar las tonalidades e intensidades en función de cada momento. Al finalizar un menú compuesto por tres platos y postre, se realizó un servicio de Cafés Selección Veracruz Gourmet en cafetera Cona.
Nos llamó especialmente la atención la presentación de la deliciosa tarta elaborada por Adriana Cabot en chocolate, fresas y nata. Así como los singulares centros de mesa, realizados por Ombú sobre una cama de musgo y compuestos únicamente por tonalidades verdes y blancas, que combinaban perfectamente con las tonalidades doradas y marrones de nuestro Salón Dorado.
Huis Clos fueron los wedding planners encargados de asesorar y ayudar a los novios en la decoración y la selección de los pequeños detalles de la boda. Destacaba el photocall compuesto por las iniciales de los novios fabricadas a gran escala que colocaron en la terraza que da acceso al Jardín de los Arces. Así como el protocolo, en el que cada invitado además de consultar su ubicación en el banquete, tenía como regalo una pulsera de hilo con su nombre.
Ha sido un día muy especial e inolvidable tanto para los novios y sus invitados, como para todo el equipo de Finca Montesqueiro que lo hemos vivido con gran ilusión y dedicación.
Muchas gracias a Cristina y Simón por confiar en nosotros y feliz luna de miel.