Los dos somos gallegos así que no había duda: queríamos celebrar nuestra boda en un pazo. Poco después de prometernos, nos hablaron de Pazo de Xaz y fuimos a tomar algo un poco por verlo. En ese momento aún no habíamos organizado ninguna visita a otros pazos pero
estábamos pensado en cuáles nos gustaría visitar. En cuanto vimos el pazo ya no tuvimos más preocupaciones de si organizábamos citas o no.

Llegamos allí y entramos por la puerta principal. Lo primero que ves es un camino de piedras blancas rodeado por un bosque gallego en toda regla, al final un precioso pazo y un cenador de cristal muy moderno pero que sin saber cómo, encaja perfectamente con la arquitectura clásica del pazo. Me impresionó. Siempre nos ha gustado la mezcla de lo clásico con lo moderno y en Pazo de Xaz lo clavan. 

Enseguida preguntamos qué empresa llevaba la explotación del pazo. Cuando nos dijeron que era Montesqueiro ya no podía pintar mejor. Obviamente, al día siguiente de ver el pazo en “petite comité” solicitamos una cita para que nos lo enseñaran los encargados de los eventos del pazo para que nos explicaran un poco la logística y nos enseñaran los espacios.

Nos atendió Lucía, la Directora de Grupo Montesqueiro, que como ya hemos dicho en otras ocasiones, es lo mejor que nos pudo ocurrir, ya que nos enseñó todo y nos explicó las diferentes opciones que teníamos, presupuestos, etc… y directamente reservamos la fecha. 

Todo en el pazo tenía un gusto exquisito, los jardines son maravillosos y la profesionalidad es abrumadora. Lo que más nos sorprendió del pazo fue que transmitía todo lo que queríamos: elegancia, esencia gallega y calidad. Fue todo un acierto.

El momento del ramo creemos que fue uno de los más especiales. Las afortunadas en recibir el ramo fueron cuatro parejas muy especiales para nosotros. Cómo creemos que la música transmite mucho decidimos poner una canción diferente para cada pareja. Fui muy divertido ir por el salón bailando y despistando a las parejas… ninguna se esperaba el ramo!

Otro de los momentos más especiales fue el primer baile como matrimonio. Todos se esperaban el típico vals pero escogimos la canción “Stand by me” pero el remix de Prince Roice. Empezaba como la clásica y de repente arrancaba una bachata en toda regla, la gente se puso a gritar como loca. Nosotros hicimos lo que pudimos pero estuvo muy bien jajaja

Nos marcamos un viajazo. Los dos somos bastante hiperactivos por lo que si algo teníamos claro era que no podíamos ir a una isla paradisíaca 15 días por lo que decidimos hacer una mezcla de aventura y relax. Nos fuimos de safari a Tanzania y luego a Maldivas. Fue la mezcla ideal.

En Tanzania hicimos un recorrido por Arusa, Tarangire, Ngorongoro y Serengeti. Lo disfrutamos muchísimo, es un viaje único. Además conocimos varias tribus y nuestro chófer mientras recorríamos el país nos explicaba su cultura. Me enamoré por completo y espero volver algún día. África tiene algo único.

Después en Maldivas recargamos las pilas. Es un paraíso que ningún reportaje le hace justicia y mira que sale bonito pero… aún es mejor. Sin duda después de la organización de una boda la luna de miel es una de las mejores recompensas.