LA BODA DE INVIERNO DE LAURA Y MIGUEL EN EL PAZO DE SAN TIRSO CON MONTESQUEIRO CATERING
Celebrar una boda en invierno es una alternativa realmente especial. Y si es en el Pazo de San Tirso, todavía más. Un entorno rural en medio de la naturaleza gallega combinado con Montesqueiro Catering fueron los acompañantes perfectos para que nuestros novios y sus más de 300 invitados disfrutasen de un precioso 29 de febrero en el que el sol brillaba en todo su esplendor.
¡Bienvenidxs a la boda de Laura Y Miguel en Pazo de San Tirso!
¿Cómo conocisteis Finca Montesqueiro?
Cristina (la hermana de Laura) se casó allí el verano de 2019. La experiencia fue tan buena que nosotros decidimos montar nuestra boda con ellos también.
¿En qué momento decidisteis que celebraríais vuestro gran día aquí?
Después de la boda de mi hermana, estábamos decididos a repetir con el catering de Montesqueiro. Pero no nos apetecía repetir el mismo sitio, así que buscamos fincas alternativas. Encontramos el Pazo de San Tirso, y nos encantó; el interior es precioso, y era perfecto para una boda de invierno. Llamamos a Montesqueiro para pedirles si podían montar el catering allí, y no hubo ningún problema.
El Pazo de San Tirso es muy bonito, pero no está tan preparado como la Finca Montesqueiro. Pero ellos, especialmente Pedro, nos ayudaron mucho en todo el montaje, para acondicionar el pazo, seleccionar la carpa, etc. Fue un gusto trabajar con el equipo de Montesqueiro y, sobre todo, tener la seguridad de que todo va a salir bien.
¿Qué aspectos eran esenciales para vosotros a la hora de elegir el lugar de la celebración?
Al ser una boda de invierno, era fundamental que la finca tuviese buenos espacios interiores para hacer el aperitivo y el convite. Tampoco nos valía que fuesen espacios exteriores cubiertos con carpas, porque en febrero puede hacer frío, y queríamos asegurarnos de que la gente estuviese cómoda. Por otro lado, también queríamos que hubiese una transición de espacios para no estar siempre en los mismos salones. Nosotros nos casamos por lo civil, así que necesitábamos un espacio bonito para la ceremonia, espacios para el aperitivo, luego pasar a otro lugar para la comida, y luego el baile. En San Tirso podíamos usar los espacios de distintas maneras, y hacer toda esta transición para que en conjunto de la celebración no fuese monótona.
Por otro lado, nos apetecía que el lugar tuviese una estética sencilla y muy gallega, que nosotros pudiésemos decorar a nuestro gusto. El Pazo de San Tirso está muy bien restaurado y mantiene su espíritu original, con un ambiente muy ‘enxebre’, así que sólo tuvimos que añadir elementos sencillos como plantas y velas.
¿Teníais claro qué tipo de menú queríais antes de entrevistaros con el equipo de Montesqueiro?
Teníamos el referente de la boda de mi hermana, así que eso nos ayudó mucho. De todas formas, planteamos nuestras opciones para la prueba de menú, y después de eso nos decidimos. Montesqueiro incluso se adaptó a nuestras preferencias, y nos creó un plato para nuestra boda: como era invierno, nos apetecía servir una crema o algo caliente para el primer plato en mesa, y ellos hicieron una crema de caldo gallego con polvo de chorizo para nosotros que estaba buenísima.
¿Cómo fue el proceso con el equipo de cocina para la elección del menú? ¿La degustación os ayudó a definirlo?
Sí, la degustación nos ayudó mucho. Les planteamos nuestras ideas antes de la prueba, y ellos nos prepararon todo lo que hacía falta para decidirnos, ¡incluso platos de más!
¿Qué destacaríais del menú?
Para nosotros, lo mejor son los aperitivos, tanto por cantidad como por calidad. Incluyen muchos puestos de showcooking, con marisco de primera calidad, y entrantes especiales que sabíamos que sorprenderían a los invitados. Además, se priman los productos gallegos, algo que también nos gusta.
En mesa el servicio es excelente, y se coordinan perfectamente con la cocina para no alargar mucho el tiempo de la comida. El solomillo a baja temperatura es espectacular, y sale perfecto para todo el mundo -algo que, por nuestra experiencia en otras bodas, no suele ocurrir.
¿Qué fue lo que más gustó a los invitados?
Del menú, tuvieron muchísimo éxito los berberechos XXL, que son espectaculares, y el solomillo a baja temperatura.
En general, recibimos un feedback buenísimo sobre el catering y el servicio de Montesqueiro. La gente se quedó encantada con calidad de la comida, y la atención y amabilidad de todos los camareros. Y la barra libre premium también fue un gran acierto, los invitados lo valoraron mucho.
¿Os sentisteis arropados y tranquilos con el trabajo de nuestro equipo?
Sí, eso es algo que hay que destacar. Organizar una boda no es fácil, hay que prestar atención a muchos detalles, y Montesqueiro lo hace todo más sencillo. Consiguen darte mucha confianza y puedes fiarte de su criterio, y te ayudan a estar tranquilo porque sabes que todo saldrá bien. Para los novios, eso es algo muy valioso en los meses previos, y desde luego que para nosotros fueron un apoyo fundamental.
¿La decoración la teníais clara o fue clave la ayuda de este equipo?
Nosotros elegimos a Cris Camba para el diseño floral de las mesas. Y de la decoración interior nos encargamos nosotros, pero Montesqueiro nos hizo algunas recomendaciones porque ellos ya habían trabajado en ese pazo, y conocían mejor el espacio.
¿Cuál fue el comentario más repetido entre vuestros invitados?
“Sueño con esos berberechos”, o “volved a casaros”. En general, nos comentaron que todo había estado genial!
Fue una romántica boda de invierno en un paraje inundado de naturaleza y de ese verde tan característico de los paisajes de Galicia. ¡Gracias Laura y Miguel por hacernos formar parte de vuestro día con Montesqueiro Catering! Os deseamos toda la felicidad del mundo.
Reportaje fotográfico: Liven Photography y Fotografía Pombo.